REIKI USUI SHIKI RYOHO
Acompañar a las personas que acuden a mi en busca de soluciones a las crisis que viven le da sentido a mi vida. Acompañarlas en
sus proceso de vida, en las crisis que afectan su desarrollo personal y
profesional es profundamente inspirador. Me conmueve su dolor, su confusión, su deseo por encontrar
mejores caminos y elecciones de vida porque es el dolor que todos vivimos como seres
humanos. Es un hecho inevitable.
El
contraste que existe entre lo que pensamos necesitar como individuos y la realidad de vida que tenemos
produce tensión, fricción y por momentos nos lleva a una crisis. Una crisis
puede provenir de un evento externo como
un despido del trabajo, accidentes, una enfermedad o la muerte de alguien
cercano, y también se puede desencadenar cuando tenemos de desarrollarnos y crecer internamente.
Una crisis
tiene una cualidad disruptiva porque crea caos en el orden y la forma en que vivimos. Cambia cómo nos percibimos a nosotros mismos y altera nuestra visión del mundo. Nos sentimos perdidos, vulnerables, tristes, ansiosos, enojados. Son
momentos que pueden marcar el inicio de una profunda transformación. Nos presentan una oportunidad
de buscar ayuda para darle sentido a lo que nos está
pasando, nos motiva a buscar personas y herramientas que nos permitan vivir
nuestra situación de la mejor manera posible.
En 1990
encontré una herramienta de vida en mi primer tratamiento de Reiki. Mi hermano
había fallecido desde hacía un año creando una crisis tan desgarradora que se alteró la realidad que había construido , tenía que darle sentido a la vida y a la muerte. Me sugirieron ir a ver un médico que me dijo, 'lo que necesitas es
un tratamiento de Reiki'.
Yo no sabía
lo que Reiki era, me recosté en una camilla y durante una hora el
médico y su esposa pusieron sus manos sobre diferentes partes de mi cuerpo. El
tratamiento fue muy relajante, me sentí acompañada, apaciguada y reconfortada. Cuando salí a la calle me
sentí serena, por primera vez en mucho tiempo, respiraba mejor, con la mente
más clara y el corazón liviano. Supe que tenía que volver a sentirlo y a las
pocas semanas tomé el curso de Reiki I.
El significado de la palabra Reiki en
español es Energía Universal de Vida.
Durante
el taller de Reiki I tuve experiencias de gozo y esperanza, recupere un
sentido de vida, de conexión conmigo misma y con la energía de Reiki. Sentí que estaba iniciando un nuevo ciclo de vida. Aprendí a darme Reiki a
mi misma y volví a experimentar la dulce sensación de mi primer tratamiento. Sabía
que algún día sería maestra de este arte de sanación, de eso hace 27 años.
Fui
estudiante y practiqué 10 años preparándome para
ser maestra y hace 17 años que lo enseño.
Reiki es
una sencilla practica japonesa que promueve el bien-estar. Es originaria de
Japón y fue transmitida y enseñada por Mikao Usui. El buscó descubrir cómo Jesús y Buddha sanaban con las manos; su dedicación y
compromiso lo llevaron a tener experiencias trascendentes y a enseñar Reiki en
Japón. Esta práctica es una tradición oral y fomenta la cercanía en las
familias y comunidades, en los estudiantes, practicantes y maestros.
La experiencia se enfoca en la experiencia individual que
la persona tiene con la energía de Reiki, es un camino de evolución personal, espiritualy comunitaria. La disciplina y practica de este arte de sanación se asemeja a la
creatividad y destreza que adquirimos cuando tocamos un instrumento musical, cuando
pintamos, bailamos o escribimos. El practicante afina su sensibilidad y talento, conectando con la fuente de inspiración y creación.
Es un proceso único, íntimo e individual. El camino revela nuestro compromiso a vivir y a realizar el potencial que reside en nuestro
interior. Lo que más valoro de la practica de Reiki es que me ha llevado a saber
que estamos en continua evolución, que somos inimitables en esencia y estamos unidos
por nuestra ineludible humanidad.
Cuando
doy tratamientos o enseño Reiki constato que la experiencia de
una persona tiene un matiz único, mi rol no es “componer” al
otro pero sí ofrecerle una presencia e instrumentos que lo ayuden a descubrir las
partes que aun desconoce de si mismo. He aprendido a confiar, a poner las manos
sobre mi cuerpo o el cuerpo de otra persona, cerrar los ojos, abrirme a las
sensaciones y estar presente conmigo misma y con los
demás.
He aprendido otra forma de vivir, mis momentos de crisis son más serenos y confío
en mi capacidad de reponerme. Me acompaño a mi misma en momentos difíciles poniendo
mis manos en donde siento dolor, angustia, preocupación. Aunque
extraño a mi hermano cada día, hoy abrazo el suave dolor de su ausencia con la
gratitud de haber encontrado en Reiki la gracia y belleza de la vida.
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